Hay días en las que organizo y dos horas después esta todo de nuevo como antes.  Parecido a cuando estudiamos algún verbo en una lengua, sentimos que los dominamos que podemos llevarlo a la practica y dos semanas después sin el uso, no sabemos más como usarlo. 

Llevaba una sensación similar dos semanas antes de partir, estábamos a pocos días de partir, dejaríamos a Alemania para ir a vivir a Italia por 4 meses. Y la organización de la casa, de cada una de las habitaciones estaba siendo más difícil que el papeleo de un nuevo colegio para cada uno de mis hijos.

En esta segunda experiencia nos alistamos con más tiempo, llevábamos 3 meses en la preparación del viaje.  Cómo no nos estábamos dirigiendo a la casa de un familiar no teníamos un punto a donde llegar. 

Así que teníamos semáforo en verde para escoger la zona en el país de llegada. Aunque con el tiempo el semáforo no era muy verde y se fue tornando amarillo. Entre las zonas del “no” de mi pareja, las ganas de estar cerca de él del mar y las mías de la montaña, las zonas muy apartadas de servicios básicos (nosotros nuevos y con tres hijos), la falta de transporte público, la distancia del colegio y del jardín infantil, etc. Hizo que la lista de posibilidades se volviera pequeña. 

 

Y cómo muy buena opción encontramos la isla de Cerdeña, además que mi esposo tiene con ella una linda conexión emocional, su mamá era sarda y en su casa se escuchaba frecuentemente esta lengua. Nos decidimos por el sur de la isla, territorio desconocido para los dos.

El orden en que priorizamos la selección de la zona fue esta:

 1. Comunicarnos con el colegio y saber sobre el proceso y la disposición de cupos para nuestros hijos.

 2. Ubicación de la vivienda con la intención de evitar el uso de un carro privado para movimientos diarios.

 3. Medios de transporte que íbamos a necesitar para movilizarnos en la zona (playa, supermercados, colegio). Tuvimos en cuenta hacerlo en bicicleta pero no lo logramos.

 

Recuerdo la primera llamada que realicé al colegio, llamaba a un instituto que dirigía tanto el jardín como el bachillerato pero en sedes diferentes. Es un pueblo pequeño, y nuestro background les fue desconcertante. Si, una de las primeras preguntas fue: “mmm, la niña de tercer grado nacida en Colombia pero estudiando en Alemania, ¿si habla algo de italiano?”, a lo que respondí: “puede comunicarse al nivel que lo estoy haciendo yo en este momento”.  De ahí en adelante la comunicación la dirección del colegio en Italia fue constante, ni para la inscripción al colegio en Alemania había tenido que dedicar tanto tiempo y energía. 

 

La verdad arrancamos sin saber si podíamos volar porque mi hija mayor no está vacunada y no llevamos un test. Para sumarle a eso todavía no teníamos clara la inscripción de los niños al colegio en Italia. Un día que pasaba era un documento nuevo que nos solicitaban y ya estábamos en el día del viaje. Lo que teníamos nos debía bastar. 

 

Somos de viajar liviano. Hace una año en nuestra experiencia de 3 meses en Colombia logramos viajar los 5 con solo 2 maletas de 23 kilos cada una y 3 maletas pequeñas de mano. Viajamos a vivir con la familia en mi ciudad natal, y sentí que necesitábamos poco. Lo logramos. 

 

Esta vez logramos organizar todo para los 5 en 3 maletas de 20 kilos cada una y 2 maletas pequeñas de mano. No sabía si lo lograremos, sentía que nos faltarían abrigos. Y así fue las primeras dos semanas. 

Lo principal para partir a una experiencia de escolarización con los niños al exterior, o probablemente como en nuestro caso a nuestro país de origen, las dos experiencias que hemos tenido nosotros han sido en Colombia y en Italia. A este le sumaré dos experiencias de otras familias partiendo también desde Alemania a Argentina y a México.

 1. Dialogar en familia sobre el porqué de la decisión. Cuando sería, por cuánto tiempo, que fechas especiales hay en este período, a donde, etc.

 2. Mostrarles la zona donde se va a vivir con fotos, revistas, internet, etc, si es posible que ayuden en la decisión.

 3. Documentación escolar para salir del colegio actual. Para salir del colegio en Alemania por un período largo de tiempo necesitas el Schulbefreiung, autorización por parte de la dirección del colegio.  

 4. Documentación para el colegio de entrada,  varía mucho, pero con nuestra experiencia y con las de otras dos familias que he acompañado en el proceso te cuento que es lo general que nos han solicitado, fotocopia de documentos de identidad de toda la familia, dirección del nueva vivienda, un nulla osta (documento del colegio actual que permite que el niño sea inscrito en otro colegio), libro de vacunación, carpeta con los temas estudiados hasta el momento, registro de inscripción a el comedor escolar o bus escolar si es necesario.  Hasta el momento no nos han solicitado un test de lenguas (donde se verifique que el estudiante tiene dominio de la lengua local).

 5. Dentro de lo principal también llevamos libros escolares del país de salida por los siguientes 3 razones: 

  • Se puede demorar el proceso de inscripción al siguiente colegio.
  •  Para los nuevos maestros sirve de orientación si tu hijo debe entrar a una curso más adelante o más atrás del habitual (cambio de calendario).
  •  Si deseas continuar algo en especial del programa del país de salida (nosotros durante nuestra permanencia en el 2021 en Colombia durante 3 meses continuamos de manera mínima el programa de alemán).

Mucho más tengo para escribir sobre esta experiencia, que seguramente puede ser de ayuda, inspiración o motivación para ustedes si en algún momento se deciden por brindar esta experiencia a sus hijos.

con cariño,
Laura
Asesora de crianza bilingüe
Bilingüismo y disciplina positiva

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