Por ustedes volvería a una sala de parto, me llenaría de coraje, diría no a la epidural, y mis ojos encontrarían los de ustedes una y otra vez, por ustedes.
Por ustedes haría de nuevo un tour en bici, pedalearía hasta por arena, las cargaría a mis espaldas, no me detendría ninguna pendiente y terminaríamos con acampar.
Por ustedes no me corto el pelo y hay días que me dejo las gafas. Por ustedes y porque me gusta escuchar el “así te ves hermosa mamá”.
Por ustedes miro los capítulos repetidos de conni una y mil veces y hasta tengo uno preferido “conni zieht um”.
Por ustedes me agacho en la orilla de la playa y realizo las más diversas y antiestéticas piruetas dejando en evidencia todo mi ser.
Por ustedes me esfuerzo en disimular, aguanto dolor, trato de ser coherente, evito entrar en pánico. Sea por una cascada de sangre o por 39 y medio en el termómetro.
Por ustedes cambie a mis 24 años el salsa party por el pijama party.
Por ustedes invento las canciones si eso los ayuda a avanzar más rápido en su andar y renuevo los cuentos que sean necesarios si eso les deja más moraleja que las fábulas de Isopo.
Por ustedes me hice cocinera, psicóloga, artista plástica, jugadora de fútbol, luchadora, animadora, pirata, costurera y hasta abogada penalista. Soy pésima en casi todo eso pero le pongo mucha mucha onda.
Por ustedes lloro mucho más, pero también por ustedes sonrío más aún.
Por ustedes volvería a aquel tour de una semana en barca vela, volvería a tomar el vuelo de 15 horas, volvería a dormir en trenes, madrugaría para ver delfines y no dormiría por ver el amaneceres. Por ustedes le daría la vuelta al mundo.
Por eso por ustedes al infinito y más allá.