La constancia es el mayor de los retos a la hora de criar a nuestros hijos bi/multilingües

Una foto de años atrás he elegido, en ella mis dos hijas mayores y una puerta, fue con la mayor de ellas que descubrí el poder de la constancia y fue con la segunda que ya se me dio natural el ser constante con mi lengua materna y la lengua de mi pareja, las lenguas de herencia para mis hijos.

Mi padre suele decir: “deja fluir las cosas, no toques mil veces a la misma puerta, no lo fuerces”, un mensaje que tengo bastante fijo en mi interior, sin embargo yo les recomiendo tocar esta puerta del criar bi/multilingüe muchas veces, no te arrepentirás.

En este camino se presentarán situaciones que nos debilitarán la ganas de ser constantes porque estamos habituados a tener resultados inmediatos. La mezcla de lenguas de nuestros hijos es uno de ellos, punto por el que no hay de que preocuparse. O los momentos en los que nuestros hijos muestren menos interés por hablar en la lengua minoritaria es otras de las situaciones que nos ponen a prueba en el camino de nuestra constancia.

Ser constatate es una decisión. No importa el nivel tuyo o d e tu oreja en la lengua meta o minoritaria. Si eres constante lograrás traspasar a tu hijo lo que sabes con amor y respeto.

Piensa en alguna situación de tu vida, ya sea presente o pasado, en que hayas sido más constante. ¿Qué es lo que te ha llevado a serlo? Te darás cuenta que la motivación juega un rol importante y ahí el porqué te recuerdo constantemente de mantener en tu brújula el norte, ese objetivo por el cual quieres preservar tu lengua materna o ofrecer otra lengua a tu hijo.

Te comparto cuatro pasos que puedes seguir si estas teniendo dificultades en el ser constantes;

1. Tener muy claro tu “para qué"

Las preguntas actúan como generadores y organizadoras de nuestros pensamientos. Es decir le das sentido, propósito y dirección a todo lo que te pasa por la cabeza respecto a la crianza de tus hijos y al éxito de la crianza bi/multilingüe. Piensa en el para qué le transmito mi lengua materna, y seguro encontrar el motor para seguir adelante, el camino se te iluminará y las dudas y preocupaciones disminuirán.

2. Alimenta ese para que a diario

Con detalles, preparando juntos el desayuno en esa lengua o cantando a todo pulmón con tu hijo en esa lengua. Escuchando un audio libro o leyendo juntos un libro de imágenes.

3. Conecta ese para que a tu rutina

Cuando lograr generar momentos de la dinámica familiar en esa lengua, se dará la magia. Te olvidarás de los esfuerzos extra.

4. Genera un entorno en esa lengua

No te hablo solo de la comunidad que tengas a tu alrededor. Te hablo también de poner tu casa a disposición de esa lengua, libros en la estantería, fotos que recuerden ese país, esa cultura, las personas y por ende la lengua que los representa, una decoración, una comida tradicional de ves en cuando, etc.

Una vez logres tu y tu pareja ser constantes con la lengua meta, el compromiso llegará a toda la familia, incluidos tus hijos entrarán en la rutina bi/multilingüe.

Con cariño,

Laura

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