Cada vez somos más los que estamos más conscientes de que el planeta necesita más cuidados y menos abusos. Somos más los que hemos cambiado rutinas, somos más los que salimos a protestar y somos más los que tocamos el tema en una reunión social.
Nuestros actos tienen consecuencias enormes y yo tengo la esperanza de poder dejarle a mis hijos una naturaleza de la que puedan disfrutar. Por eso es muy importante que les hagamos partícipes de la necesidad de ser activos en este propósito.
Aquí las 10 acciones principales que nosotros como familia realizamos para disminuir el impacto ambiental.
1. No tenemos carro.
Utilizamos la bicicleta, el sistema de transporte público y nuestras piernas.
En el futuro esta no debería ser una opción, seguramente será la obligación para salvar nuestro planeta, debemos ya enseñarles a los pequeños a realizar sus traslados caminando o en bicicleta para disminuir los viajes en automotores, entre más nos movilicemos así mayor será el llamado de mejorar la infraestructuras de nuestras ciudades.
Actualmente solo con un día a la semana que usemos la bicicleta o que nos desplacemos caminando, se lograría hacer una diferencia.
2. No comemos carne o al menos el consumo es mínimo.
No pollo, no cerdo, no res, no cordero, poquísimos pez. Cada familia puede mermar el consumo dependiendo de sus necesidades.
La forma en la que se producen nuestros alimentos requiere de gran cantidad de recursos naturales, tanto para su producción como para su transporte y embalaje. Dentro de la producción de alimentos, la ganadería industrial y, por tanto, el consumo de carne, es el sector que genera mayores impactos en el medio ambiente; la producción industrial (inmensas cantidades) genera deforestación. Existen acciones individuales que contribuyen a reducir nuestro impacto sobre el planeta como cerrar el grifo de la ducha mientras nos enjabonamos, usar la bici como medio de transporte, reciclar y reutilizar; pero ninguno es tan eficaz como disminuir el consumo de carne!!!.
3. Reciclamos.
Que los niños aprendan la importancia de reciclar y cómo hacerlo es una tarea de todos: padres, escuela y sociedad. Sólo así crecerán con la mentalidad de que cada uno de nosotros puede aportar su grano de arena para hacer de este un mundo más limpio.
Una pauta para los niños es recordarles que cada contenedor, según su color, es apropiado para un tipo concreto de material, infórmate como funciona esto en tu ciudad. Nuestros hijos tienen en casa claro donde esta la basura del cartón/papel, la del plastico/metal, la mixta y la organica; cada una tiene su sitio fijo y ellas con menos de dos años ya han aprendido a distribuirla.
No solo debemos aprender a reciclar basura, todo en casa se puede reciclar, quitarle el resorte a unos pantalones que ya están totalmente desgastados para usarlo en las prendas que confeccionamos, usar los marcadores gastados para hacer manualidades, igualmente con empaques, reciclamos mucha ropa, lo que ya no le queda a mamá con dos puntadas se convierte en una pieza para Lucía.
4. La ropa de los niños es el 70% de segunda mano, y la de mamá ya llega al 30%.
Para el que de verdad me conoce, sabe que esto es así, ademas a esto nuestros armarios son pequeños, tenemos lo justo y lo indispensable. Yo me siento orgullosa de presentarles estos porcentajes. Al comprar ropa de segunda mano estamos reutilizando, dándole una nueva vida a la vestimenta que ya fue de alguien y dándole una nueva oportunidad de vida a nuestro planeta.
La próxima vez que necesites algo, pásate primero por alguna tienda o mercadillo de segunda mano.
Aquí en Alemania, es muy normal. Comprar en tiendas de segunda mano lo que se necesite para los niños, usarlo unos meses y revenderlo es casi costumbre.
Hay un montón de tiendas de segunda mano (claro que hay un montón porque la gente está interesada en reutilizar) algunas tiendas solo con cosas de niños. Además hay constantemente mercados de segunda mano en los barrios. A mí me encantan, por regla buscamos siempre primero usado, preguntamos entre nuestro vecinos, amigos o conocidos si no lo conseguimos se compra de segunda mano y como última opción se compra nuevo.
Cada vez hay más y más personas que se unen a esta tendencia.¡Que esperas tu para unirte!
5. Todos en la familia tenemos una botella de acero inoxidable.
Desde hace cuatro años cada uno carga con su botella y en cinco años las hemos cambiado solo una vez, una nos dura alrededor de cuatro años. Lo importante de esta iniciativa es que nunca se compra botellas con algún líquido en la calle. Llevar nuestra propia agua es tan importante como salir con las llaves de casa.
Comprar botellas plásticas conlleva un gran impacto medioambiental. Se emplean multitud de recursos para la producción de los envases, etiquetado y transporte; aunque podrían reciclarse muchos de los residuos que se generan, lo cierto es que un alto porcentaje (millones de toneladas) de los residuos terminan abandonados en la naturaleza.
Algunas razones por las que debemos habituar a nuestros pequeños a cargar su botella reutilizable:
El agua embotellada genera una gran cantidad de basura.
No es más sana que el agua del grifo en la mayoría de los casos.
Embotellar el agua consume una gran cantidad de recursos naturales.
Fabricar una botella de agua consume tres veces la cantidad de agua que la misma agua que contendrá.
Su precio es desmesurado.
Se privatiza el agua potable. El agua potable es un recurso cada vez mas escaso.
6. Tenemos contacto continuo con la naturaleza.
No sentamos sobre una raíz, apoyamos la espalda sobre el tronco, estiramos las piernas sobre el prado, abrazamos un árbol. Es la forma más simple de enseñarles a los pequeños de donde viene el aire que respiramos, es la base para la comprensión de todo el tema sobre el clima. Si no saben disfrutar de la naturaleza nunca lograrán entender la importancia de salvarla.
7. Este es el punto que más difícil encuentro, pero poco a poco vamos mejorando: El consumo responsable y la compra de comida de temporada y de proximidad son dos claros ejemplos para que los niños empiecen a comprender y a adoptar una actitud para un mundo mejor. Nosotros vivimos en Alemania y si compráramos productos solo alemanes o mejor regionales comeríamos papas, manzanas, peras y cebollas todo el año, jajajaja. Seguro si estas en algún país del trópico o si te encuentras en el sur de los Estados Unidos, en España o en Italia pues este punto podría ser tu fuerte y también tu menú será muy variado.
Esforcemonos por comprar local, aquí en casa hemos dejado de comprar piña, bananos van en la compra solo una vez al mes, el aguacate ya esta eliminado, en general todo lo que viene de otro continente evitamos comprarlo.
No queremos decir que hay que hacerlo todo, pero si es importante empezar por algo, dependiendo del país en el que nos encontremos nos serán más viables unas cosas que otras, pero hay que empezar a educar a nuestros hijos y poco a poco ir insertando más aspectos. Por ejemplo algunas cosas pequeñas que hacemos por nuestro planeta son: No compramos a domicilio (si queremos traer comida de afuera a casa, pues llevamos nuestros contenedores), no usamos bolsas plásticas en la compra, cuidamos el agua al bañarnos, al cepillarnos los dientes, rechazar productos del mercado que vienen sobre empaquetados es un muy buen inicio. Los niños se divertirán con un poco de estas reglas, y te darás cuenta como de manera inconsciente las hacen parte de su rutina.
- algunas imágenes de la manifestación por el clima en Berlín -