Que dicha! ¿Han escuchado esa frase? ¿Saben lo que significa?
Estoy dichosa!! Así me siento llena de dicha.
Ya muchos lo saben muchos el año pasado fue un año difícil para mi, como madre y como mujer en el extranjero, añore a mi familia, por momentos para ser sincera, no siempre, pero en muchos momentos si los quería tener cerca, me hicieron falta las palabras de papá, un abrazo de mamá, una mirada de hermanas, la compañía de una tía o las carcajadas con una amiga.
Pase todo ese año en compañía de mis tres hijos, de tres criaturas menores de seis años, mi familia por un motivo u otro no puedo hacer presencia. Y si alguien expatriado del otro lado me lee, puede estar imaginando lo que yo sentí durante ese año, puede estar ahora con la piel erizada o con el corazón blandito.
Sentí miedo ese año, miedo sentimos toda la vida, entonces digamos que sentí más miedo, miedo de perderme, de no responder a mis hijos, de no poder conmigo misma. Miedo como la primer vez que pise Europa, miedo como cuando das el primer beso, miedo para hablar en público. Después de que superas un miedo llega otro, y otro, la vida no se detiene.
Me estoy desviando del tema, estoy dichosa!, porque? Por que a finales de octubre recibo en mi casa a una de mis tías, mi madrina, a finales de diciembre estaré en compañía de otra parte grande de la familia, una cantidad de seres hermosos que alrededor de 12 años no veo. Y en marzo recibiré a mis padres! Me comprenden ahora cuando digo que estoy dichosa. Yo no se si esta palabra o la forma de usar este termino es muy colombiano, pero cuando empece a escribir fue la primera palabra que llego a mi mente para iniciar este escrito.
Cuanta alegría puede dar ver la cara de alguien de nuevo. De alguien que saludaste por ultima vez en un aeropuerto. Aunque la tecnologia y las video/llamadas se hayan convertido en algo de la cotidianidad, cuando se esta a kilómetros se siente la ausencia del contacto. Y uno empieza desear que lo toquen, en el buen sentido. Podría decir que hay un sentimiento de muerte interior y que se da por la falta de contacto. Esto es independiente de la cantidad de reuniones sociales a las que se asista o de la cantidad de contactos que uno tenga en la agenda. La sensación es la de sentirse extraño a sí mismo y al mismo tiempo se llegue a sentir sin interés por el mundo, aunque se aparente todo lo contrario.
En estos años en el exterior parece que no hay más remedio que expresar esa batalla interna en forma de ambivalencia (quiero y no quiero, a la vez). He llegado a sentir muchas veces que quiero ir a visitar a mi familia a Colombia pero otras veces me he dado cuenta en realidad que no quiero, es una insoportable sensación.
Ahora que vienen a visitarme debo decir que me siento dichosa, saber que en el giro de seis meses voy a ver a la mitad de mi familia, sin embargo no siempre es así de sencillo, hoy quiero compartir unas cuantas estrategias que nosotros utilizamos cuanto nos vemos de cara con el reto de que los abuelos se sientan cerca de los corazones de sus hijos y en especial que entren a los corazones de su nietos.
Llamadas telefónicas
Iniciaré con las dos situaciones de base que están al alcance de todos, pero que en el momento de la acción no es tan sencillo. A los niños les puede costar mucho hablar por teléfono, se quedan mudos y lo encuentran aburrido, pero es buena idea reservar un tiempo a la semana para llamar a los abuelos, intentando que el niño no esté demasiado cansado o tenga algo particular para contar. Un “tip tip fettuccini” es utilizar también las llamadas en altavoz, pero tu como adulto no interrumpas, así lograremos reducir la presión del niño por hablar con los abuelos, se sienten acompañados.
Aprovecha las videollamadas
Estas son una idea excelente para que los niños vean a sus abuelos aunque sea a través de una cámara. Se puede utilizar Skype, FaceTime, incluso Whatsapp para hacer este tipo de llamadas. Son fáciles de utilizar, a los pequeños les emocionará más mostrar un dibujo que han hecho o un cuadro que han pintado y así romper el hielo, además ayudarán a que los niños se acostumbren a ver y escuchar a los abuelos.
El poder de las fotografías
Este es mi favorito, revivirás tus momentos de infancia. Tendrás que asegurarte de tener un banco de fotos de tus padres y de tu infancia para compartirlas con tus hijos, sobre todo si se les ve poco durante el año. Nosotros lo usamos muy seguido, por ejemplo el día que mi hija mayor inicio el colegio, le presente una serie de fotografías de mi primer día de colegio con la presencia de mis padres. También se puede poner imágenes de los abuelos en casa, o cargar una nosotros mismos en la billetera de tal forma que los niños sientan su cercanía. Incluso he creado álbumes de fotos en vivo, sobre el papel, las escogemos juntos y cada uno de mis hijos tiene su album de fotografías, si este recurso les suena muy anticuado, pueden recurrir a los albures online donde todos los miembros de la familia tengan acceso y puedan subir fotos para compartir con los demás. Así también los familiares que estén lejos pueden estar 'cerca' aunque sea de forma virtual. Para ser sinceros es así como nació el blog de La Familia Fettuccini.
La unión en los primeros años de vida
La unión temprana es importante por lo que, además de respetar los deseos de los padres, es necesario que los abuelos puedan estar al comienzo de la vida de sus nietos. Cuanto más frecuentemente puedan estar físicamente con sus nieto, más fácil será construir una relación sana y estrecha en edades posteriores. Se tendrá que intentar estar juntos en fechas especiales, como Navidad, cumpleaños, o por periodos más largos; esta es un poco dura de cumplir si estas a muchos kilómetros de distancia, sin embargo no la olvides.
Cartas a mano
Es un clásico de tiempo atrás, y no olvidarlo a pesar de los avances de las nuevas tecnologías. Las cartas escritas a mano siempre tendrán cierta magia y a todo el mundo les gusta recibirlas, porque cuando alguien envía una carta pone empeño y energía en ellas, dedicación. Los niños se divierten montones dibujando, pintando, utilicemos todo eso para crear después lindas tarjetas de felicitación, recuerdos, cuadros que podamos estar enviando constantemente a los abuelos, nosotros con todo amigo que viene de Colombia, enviamos de regreso una carta o dibujo, a nadie le molesta en el equipaje un pedazo de papel. Y a los niños por supuesto les encantará recibir algo similar de vuelta.
Plantar un árbol
Esta idea nos encanta, aunque mi hija mayor recuerda mucho las planes de la abuela en el campo de Colombia, sus orquídeas, sus intentos de durazno (con semillas de Europa) y la planta de granadilla. Es una idea que en si nos hace falta realizar y que encontramos magnifica. Plantar un árbol o arbusto que pueda convertirse en el 'árbol del abuelo'. Es una forma de estar siempre presente, un presencia especial.
Grabar canciones o audiolibros
Si grabalas y tenlas listas en tu computador, celular, en un cd, en una memoria, donde te sean útiles, nosotros tenemos un speaker particular que dependiendo de la figura que coloquemos encima, empieza a rodar un cuento, y tenemos una figura para los cuentos de los abuelos maternos, todo en español, todo con la voz de los abuelos. Es importante conectarlos con lo que fue nuestra infancia y con las historias que ellos todavía conservan de sus épocas.
Con estas estrategias y otras que se les ocurran, los abuelos podrán estar cerca de sus nietos aunque hayan kilómetros de distancia. Y seguramente algún día sentirán la dicha de verlos cara a cara.