Esta vez no llegamos a Hamburgo en un corto viaje en tren desde Berlín (por lo general se puede encontrar algunos grandes precios de tiquetes en tren a través de l’tur), si no en un eterno viaje en carro que duro más de seis horas, junto al esposo alemán de mi amiga chilena Bary, a la llegada ya estaba todo preparado para pasar un buen fin de semana, Amelia y Lucía se envolvieron de inmediato en lo de ellas la habitación de juegos, mientras que nosotros nos poníamos al día entre copa y copa.
Como de costumbre no estábamos preparados para el clima alemán y cada vez que llegamos a Hamburgo inicia ella con su racha de malos días, aunque estábamos ubicados precisamente en Geesthacht una pequeña ciudad que se encuentra al sureste de Hamburgo, a orillas del río Elba; perfecta para pasar tiempo con los niños mezclando las actividades de ciudad y campo. Así fue como el segundo día nos fuimos en familia a recoger fresas, pasamos excelentes momentos, con la lluvia y todo!
Esta vez nos cayo de suerte el partido de la Eurocopa Alemania-Italia, a mi no es que me mate el futbol, es decir ni idea del nombre de la titular de la selección Colombia mucho menos voy a saber algo de este otro par, sin embargo ahí estábamos apoyando a nuestros maridos, y como no acompañándolos comiéndonos hasta las uñas en el final a punta de penales.
Por los tres años imagino que van siendo conscientes del significado de la amistad y este par lo demuestran, comparten cada juguete, se inventan nuevas canciones, se involucran en situaciones divertidas, entran en conflicto y también los solucionan, no necesitan más para entretenerse que su compañía. Y lo que mas me satisface de esta tierna amistad es que se comunican en español, al carajo el alemán entre amigos por un rato, que aprende también a jugar en español con niños de su edad, pues esta claro que los niños aprenden mucho de otros niños así le viene muy bien pasar temporadas relacionándose con otros niños de habla hispana, su amiga Amelia es de papá alemán y mamá chilena.
Creo que Hamburgo es un gran lugar para visitar en Alemania, es irresistible es una ciudad histórica y fiestera, verde y vanguardista, se siente el olor a mar aunque no lo tenga, el entorno del Rathausplatz, la inmensa plaza del Ayuntamiento, las calles Deichstrasse y Cremon, la antigua iglesia de St. Nikolai, la iglesia de St. Petri, la de Sankt Michaelis, los pórticos, el muelle Jungfernstieg, Hafen city donde visitar la filarmónica, la fiesta en el barrio de St. Pauli, la lluvia no nos detendrá, seguro que no lo hará! En el barrio portugués no olvidares de disfrutar una buena cena, donde se encuentran infinidad de restaurantes portugueses y españoles, o al final del puerto también se encuentran buenos restaurantes que ofrecen pescados y mariscos frescos.
Como siempre si se viaje con tiempo no olvidarse de visitar Lüneburg, ciudad de más de 1000 años de historia, es una de las más bonitas de todo el norte de Alemania; y Lübeck, una de las ciudades medievales más bellas del continente, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.