Por nuestro amor a la naturaleza y pasión por la aventura, nos apartamos de las vías principales y recorrimos trochas y senderos para llegar a los lugares más recónditos, esta vez inicio nuestra siguiente aventura, nos lanzamos a la experiencia de camping por dos noches en la zona norte de la región de Brandeburgo, región que se la conoce por su ambiciosa protección de la naturaleza, y es por eso que nos adentramos en el Parque Natural Barnim con 750 km² de maravillas, esta zona esta repleta de lagos y en muchos encuentras actividades acuáticas como wakeboard, paddle board, canotaje y más.
Para los que saben y los que no, lo que conocemos en esta casa como carro son unos pequeños juguetes de plásticos que ruedan sobre una pista de madera (cuando ruedan), carro en esta casa no hay y tampoco esta en la lista de próximas adquisiciones, no lo mal interpreten, no somos unos extremistas anti-carro. Pero sentimos la necesidad de crecer a nuestra hija mostrándole que existe una forma más sana, agradable, conveniente y ambientalmente amigable de conseguir moverse sin la necesidad de encender automáticamente un auto, así que con nuestras dos bicicletas cargadas con tres sacos para dormir, una carpa, herramientas, silla para Lucía, comida y ropa para tres días, se hicieron las 3pm, tiempo de recoger a Lucía en la guardería y salir a la estación de tren, donde tomamos la S-Bahn con punto final Bernau. De Bernau iniciaba la verdadera aventura, 25 kilómetros siguiendo los senderos destinados para la bicicletas hasta nuestro punto de camping, que se encontraba en la zona de Ruhlsdorf.
Con sus infinitos bosques, serenos lagos y misteriosos canales, recorrimos alrededor de 25 kilómetros diarios por toda la zona, las piernas nunca sintieron cansancio, y como nuestra pequeña todavía no tiene el aguante para hacer estos recorridos nos encargamos nosotros de que ella también lo disfrutara con una silla adecuada para comer y descansar en la parte de atrás de una de las bicicletas y otra “silla” en la parte delantera de la otra bicicleta, con estas dos opciones no hubo oportunidad para el aburrimiento.
Nos consideramos parte de esa nueva generación de padres más deportistas, preocupados por la salud y con ganas de conocer los paisajes y culturas de otros lugares, vemos el ciclismo en familia no sólo como la introducción de nuestra hija a las dos ruedas, si no que estamos convencidos de que pedalear en familia nos fortalece, nos brinda una experiencia positiva (o negativa) que va a reforzar nuestros vínculos familiares. Si usted piensa que es demasiado duro, o no está lo suficientemente fuerte, o uno de esos inconvenientes,tengan en cuenta que todos podemos, nosotros no somos una madre y un padre que llevan kilómetros pedaleados, nunca hicimos este tipo de actividades en nuestra niñez y no somos profesionales en el tema, pero igual es posible! ¿Por dónde empezar? ¿dónde ir? ¿cómo empacar todo con tan poco espacio? ¿cómo transportarlo? ¿qué llevar a los viajes? ¿dormir al aire libre o buscar alojamiento? ¿Cual es el sistema más adecuada para llevar a los niños? Claro que son miles de preguntas que yo también me formule, o que más bien se formulan solas, por que no quería ni ponerme a pensar en ellas antes de partir, solo hay que basarse en lo siguiente, aprende el secreto del verdadero viajero que es saber cómo partir ligero, y por eso hoy, a pesar del aumento de la tripulación, nuestros viajes son siempre más agradables, por esta razón más factibles. Hacer una maleta es un verdadero arte, llevar lo esencial es siempre la mejor solución y cuando tienes dudas sobre algo, mejor déjalo en casa. Para transportar a los peques hay todo tipo de opciones Sillas delanteras (desde que mantienen la cabeza hasta que tienen 15-18 kg de peso), Sillas traseras (desde los 12 hasta los 22 kg), Sistema follow-me y Trailgator (a partir de los 3 años en adelante), Remolques (desde los 0 hasta los 4-5 años) y si hay esto para niños, no se imaginan la infinidad que existen para equipaje, importante contar con un casco que se ajuste, no solo a la barbilla sino también al diámetro de la cabeza, es el criterio más importante para un casco, por lo que en lugar de buscar un modelo específico, busque que sea ajustable.
Durante el recorrido pasamos por Wandlitz, Lanke, Prenden, Ruhlsdorf, Marienwerder, Biesenthal, otros pueblitos aún más pequeños, en cada uno de ellos se encuentran granjas que venden sus productos de cosecha, y un restaurante o café que estará tapado de ciclistas, eso si tomando cerveza! Ojo vegetarianos por estos lares se encuentra en los restaurantes tradicionales muy poca variedad, pues las papas al horno las mezclan con tocino muy pequeño al igual que la porción de hongos.