Evita decir por tus hijos lo que ellos pueden decir por sí mismos
Nos sucede con mucha frecuencia a padres y a educadores. Solemos terminar sus frases cuando los pequeños se quedan callados, o cuando olvidan una palabra. En familias bilingües posiblemente mencionen la palabra en otra lengua. Podemos reflexionar juntos... ¿Cómo estamos respondiendo a estos periodos de silencio?
Somos adultos con prisa y en momentos de falta de tiempo, donde como adultos queremos todo ya y sin respetar los tiempos de los pequeños, es habitual que nos quieran decir algo y nosotros terminemos por decir la frase.
Criar pequeños bilingües necesita de tiempo, y es necesario vivir los momentos más pausados.
Ten paciencia, el resultado no será perfecto, tú tendrás tiempo después para “modelarlo” y darle más herramientas, pero si el niño tiene la intención de comunicar, permítele comunicar completo. Espera, puedes ayudarle con tu mirada, con tus gestos, con tu actitud.
Como padres no es fácil saber cómo diferenciar qué problemas pueden solucionar solos y cuando debemos intervenir. Sin embargo antes de ponernos nuestro uniforme de superhéroe y correr a rescatarlos, debemos detenernos y pensar en el vocabulario que manejan y lo bien que logran formar frases, si los miramos con comprensión y somos su guía, ellos serán sus propios superhéroes.
Recuerda que es posible que este en silencio un tiempo corto, su cerebro esta trabajando. Es posible que empiece hablar en otra lengua, es parte del bilingüismo. Es posible que se tape los ojos, la cara y no quiera seguir hablando, es parte del proceso. Es posible que se ría y busque un abrazo. Es posible que se dirija a una persona que hable la lengua mayoritaria. En cualquiera de las posibilidades anteriores, debemos estar presentes y acompañar el proceso.
Solo ofreciéndole el espacio y el tiempo para comunicar le estas ofreciendo:
Seguridad en el uso de la lengua.
Adquisición de vocabulario.
Libre expresión en la lengua meta.
Enseñanza de habilidades sociales.
Fortalecimiento de autoestima.
No te adelantes, déjalo conquistar las palabras, y así enamorarse de las frases, después inventar historias y por último enamorarse de la lengua.
Te comparto dos herramientas, la primera para niños que están en la primera etapa del desarrollo del lenguaje. La segunda para niños que ya logran hacer frases con más tres o más palabras.
En el siguiente link Claudia Soruco y Arantza Ariño Mendibil nos hablan del
período de silencio en niños bilingües
Con cariño,
Laura Gutiérrez
Asesoría y talleres de crianza bi/multilingüe