Llegó el árbol de nuevo a casa y ahora tengo dos pequeños que no paran de descubrir y saltar por casa. Aquí estoy hoy, compartiendo con familias nuestra experiencia. Desde nuestros estilo de vida familiar, no estamos de acuerdo con los trucos de adulto para que nuestros hijos no dañen o se lastimen con el árbol de navidad. Lo de crear una barrera, poner una reja o cualquier cosa por el estilo no va con nuestros estilo de crianza.
Es normal que nuestros pequeños que está en la edad de la exploración y de descubrimiento se sientan atraído por las luces y los brillantes adornos, pero también es cierto que desde esa etapa podemos guiarlos y enseñarles.
Desde mi experiencia profesional encerar el árbol, o mantenerse regañando al pequeño por tocar los adornos no es la solución. Te quiero compartir lo que hemos hecho nosotros como familia de 5 durante estos 8 años teniendo pequeños en casa.
1. Hazlos parte. Desde ir juntos a sacar la caja de la bodega o ir a escoger el árbol natural. Escoger el lugar para situarlo escuchando sus opiniones. Montarlo, organizar y limpiar la zona del árbol. Hazlos parte durante todo el proceso.
2. Estabilidad. Apenas están en la edad de aprender a caminar, en la que se sostiene de todo para mantenerse en pie, el árbol de navidad corre peligro. Por supuesto este elemento navideño será el objeto de atención de tu hijo hasta que las fiestas lleguen a su fin. Pero puedes usar una base que le de estabilidad y evite una caída repentina del árbol, por supuesto relajarnos también si el árbol esta girado tan solo 5 grados. Nosotros solemos enterrarlos en una matera de gran diámetro con tierra húmeda. Esta idea trae consigo dos ventajas, primera lo observan como una planta viva, no como un juguete. Segunda, al ser una matera con mucho diámetro hay menor peligro que el pequeño se lastime si se llega a girar.
3. Creatividad e identidad. Los adornos y todo lo que cuelga del árbol lo hemos realizado en casa. Dese nuestra primera navidad, porque no teníamos dinero para compara grandes bolas de cristal, realicé con mi hija adornos con material reciclado. Y desde ese momento nació una tradición que se quedo por años. Al llegar el final del mes de noviembre dedicamos varias tardes a buscar ideas, a recoger materiales, a clasificarlos y a tocarlos. Durante todo ese proceso tanto los grandes (+4 años) como los más pequeños (0 a 4 años) experimentan con los materiales, observan y participan del proceso. Sienten al final el resultado suyo.
4. Brindar una opción. Si esto no pueden tocar y usar, ¿que pueden?. Asegúrate que les estas ofreciendo una opción. Al lado del árbol puedes ubicar una canasta con juguetes apropiados para su edad. Nosotros por lo general tenemos una canasta con la pista de tren en madera. Y mis hijos han jugado siempre en cantados al rededor del árbol, abajo de el o en la misma habitación.
5. Información positiva. Si nos quedamos diciéndoles todo lo que no pueden hacer, la relación no será la mejor, la atmósfera dicembrina será para ellos solo reglas y no disfrute. En ves de informarles de lo que no pueden hacer, ofrecerás lo que si se puede hacer. Por ejemplo:
- Podemos encender las luces juntos todas las noches.
- Podemos colgar otro tipo de adorno que tu quieras. (nuestro árbol ha tenido colgado cascaras de mandarina, dinosaurios y piedras, ¿y que?).
- Podemos apoyarle tarjetas o dibujos.
- Podemos tomarle fotos.
6. Paciencia y compañía. Cuantas veces nosotros no tomamos un adorno y lo cambiamos de lugar. Si vez que ellos están tomando un adorno, acompañalo y espera su comportamiento, tal vez quiere hacer lo mismo.
Piensa en algo es ahora que empiezan a conectar con la magia de la navidad y aunque tengan una corta edad es el momento para mostrarles lo desconocido y permitirles un acercamiento positivo con su entorno.
Con cariño,
La familia fettuccini, una familia de 5.
Laura Gutiérrez
Asesora de crianza bilingüe.
Bilingüismo y Disciplina Positiva