Querid@ Hij@,
Escribo para ti, aunque ya te hablo cada día, lo sabes? Me puedes escuchar? Me desahogo contigo cada día, cuando me levanto eres la primera persona a la que le digo “buenos días” y le doy una caricia a la panza pensando de estar acariciándote a ti. Espero también tu saludo, basta un patada y yo se que estas ahí, para acompañarme, para decirme que esta todo bien.
Como serás… en días de soledad te he imaginado ya grande, a ti y a tu hermana, he pensado en todos los desafíos que como padres tendremos que afrontar, y estoy segura que esperaré por ustedes hasta las 3 de la mañana como hacia el abuelo Alvaro por mi o como todavía hace la nonna Pierina por tu padre.
Lucía te acaricia, te mima tanto en las mañanas, hace planes y tiene una lista de cosas para enseñarte, tu padre un poco menos, pero igual sabemos que esta presente. Te esperábamos desde hace mucho, lo sabes?? Te estamos esperando justo hoy hace un año y un mes. Un año y un mes que venimos soñándote, un tiempo de espera, de llantos, de visitas médicas, de esperanzas, de miedos y ahora de tanta felicidad, tanta tanta, una inmensa felicidad de saber que falta poco.
Que te gustará? pregunta siempre tu hermana. Bailarás un poco de salsa como mamá o solo tecno como papá? Serás deportista o serás loc@ por la programación y los libros? A quien te parecerás? a los abuelos? Estoy curiosa.
Tu papá a encontrado un poco de música para que escuches mientras estas en la panza, nada pesada pero tampoco ninguna canción de cuna. Te parecerá absurdo pero cuando le leo a Lucía cuentos por la noche, siento de estar leyéndolos para ti también, apoyo una mano sobre la panza, me relajo y siento de tenerlos a ambos en mis brazos y leo. No se si las escuchas, no se si te ayudan a dormir a ti también, pero en mi corazón queda la ilusión que te recordarás que cuando estabas dentro del vientre, oías una voz lejana que te contaba historias y que una voz emocionada las interrumpía cada tanto. Así llegarás preparad@ para pasar esas noches a las ocho con nosotras.
Este embarazo esta andando “mejor” que el anterior, en cuestión de tiempos, al menos en la semana 36 sigues dentro de mi, tu hermana ya había nacido para esta época. No hay señales de presión alta, ni de proteína en la orina, ni de enzimas hepáticas alteradas, ni manos, ni pies hinchados. Pero eso si ya el próximo fin de semana montaremos todos tu cuna, organizaremos tu espacio, y seguiré preparando a papá para el día del parto, aunque hasta el momento esta angustiado viendo solo videos, se que para el momento de tu llegada irá todo muy bien, el también hará un buen trabajo.
Hey.. pero no tengas prisa de vernos, espera para el momento justo, tu y yo tomaremos la primera decisión juntos, decidiremos cuando, en que momento de la madrugada, pujaremos. Todavía no puedo creer que te abrazaré en poco tiempo, pero cuando finalmente lo hagamos, te prometo que será un abrazo sin fin.