Este concepto de satisfacción en la crianza bilingüe nos da mucha tela para hablar, sin embargo quiero empezar con esto:
Lograrlo tiene un significo ambiguo, la linea la pones tú, la decides en familia. En la crianza bilingüe o multilingüe tienes libertad para decidir cuanto es suficiente y cuando has alcanzado el éxito. Un camino muy personal.
Si prefieres una sola lengua dominante para toda la vida o una lengua usada de manera “apropiada” (para el estándar monolingüe), tal vez es hora de pensar que el camino bilingüe no es el adecuado para tu familia. Y eso es también correcto.
Tu logro puede ser desarrollar todas las habilidades lingüísticas a nivel de un hablante nativo, el mío puede ser una comunicación básica con la abuela. Para otra familia puede ser el éxito que el niño lea en la lengua meta y para otra el simple hecho de lograr comprender una conversación sin necesidad de producir en la lengua meta.
Y así encontramos muchas variedades.
Francios Grosjean propone una principio de complementariedad entre las lenguas, y por ello el ser humano debe ser visto como un todo en ese aspecto. El también expone que el ser bilingüe es aquel que usa en su día a día dos o más lenguas. Es el significado de bilingüismo más acorde a nuestra situación familiar, a mi situación personal y es el concepto en el que me baso con las familias y organizaciones con las que trabajo, porque no se habla de perfección, se pone en juego el uso de la lengua sin importar nivel de dominancia, estamos en el camino del aprendizaje.
El contexto, las experiencias y el tiempo que dediquemos a cada una de ellas permitirá que se balanceen y se complemente entre sí como el mar que lleva su ritmo y las olas que fluyen en él.
Ese “a medias” para unos es el mismo “buenisímo” para otros, que puede ser el camino a una gran oportunidad más adelante, o a la sencilla experiencia de poder tener complicidad con sus abuelos, tíos o primos.
¡A propósito! Yo nací en un hogar monolingüe y no hablo esa lengua “perfecto” pero si les aseguro que por la decisión de aprender hablar inglés, italiano y alemán, el español a mejorado mucho y soy más consciente de uso que hago de la lengua.
Y así con cada lengua nueva, no le vas quitando nada a las demás, simplemente las vas interiorizando.
Eres tú, tus hijos, las únicas personas que pueden asegurar si sienten en su interior si lo están logrando o si necesitan un esfuerzo más
Si tienes dudas en el proceso, sientes que lo estás haciendo todo mal y quieres volver a empezar no dudes en ponerte en contacto o leer los artículos anteriores y los que vendrán.
Con cariño,
Laura
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