Por primera vez (primera porque seguro haremos más) organizamos el campamento indio, fue un fin de semana de junio donde alistábamos nuestras bicicletas para partir, el primer trayecto en tren desde Berlín hasta Müritz y de ahí por un sendero de ciclismo nos fuimos a la aventura de dos horas. Cuando llegamos al destino nos dimos cuenta que este es un alojamiento que se convierte en un plan en sí mismo, más que un sitio donde dormir.
Si sus hijos son de los que adoran disfrazarse de indios, sus viejas historias, siempre sueñan con ser un Piel Roja, bailar danzas ancestrales al ritmo de los tambores y al rededor de un totem, este es el campamento perfecto para visitar, en nuestro caso no era mi hija que se soñaba con estas cosas era yo, si a mis 27 soñaba durmiendo en estas carpitas (casitas de campaña) en forma de cono.
Los amigos son valiosos y los encuentras más valiosos aún por estas épocas de la crianza, no sólo para ellos si no para nosotros como padres, puede ser divertido para los niños ir de campamento con otra familia que tiene hijos, así que así fue, nos juntamos con nuestra familia Mexico-Alemana con dos hijas, y de esta manera no hubo oportunidad para el aburrimiento para ninguno, así la podríamos pasar felizmente ocupados durante días.
Disfrutamos de 2 días increíbles en plena naturaleza y durmiendo en auténticos tipis indios!! El Camping indio es una gran manera de ayudarles a los pequeños apreciar toda la belleza y la aventura que la naturaleza ofrece, puedes observar gusanos e insectos, examinar rocas, pulirlas y crear con ellas dijes, identificar aves, árboles, flores, nubes y hasta constelaciones.
Las instalaciones son fantásticas, en sus alrededores abundan hermosos campos y las actividades diarias son beneficiosas para todos de grandes a muy muy pequeños. Aquí el sitio culpable de nuestra aventura https://www.klax-indianerdorf.de/indianerdorf