Las situaciones de expatriado a expatriado son muy diferentes y no podemos juntar a todos en el mismo cajón, es diferente si he llegado al extranjero por estudios, por una oferta de trabajo, por reunión familiar o en busca de oportunidades. Cualquiera que sea llega en condiciones diferentes, y el que llego con trabajo puede que en una año lo pierda y empiece otro reto, y el que llego por estudios puede quedarse por amor y el que llego por reunificación familiar puede no saber ni saludar en el idioma, pero he aquí un poco de humor y una serie de cosas que ya no me pasan como expatriada:
Ya deje de perder mi energía con personas que se lamentan y critican la vida todo el día. Yo entendí que necesito de esa energía para afrontar el día a día y mejorar mi adaptación.
Ya no añoro poder ir al supermercado sin tener que leer las etiquetas de pe a pa, para averiguar qué demonios es lo que tengo en la mano.
Ya comprendí que no debo de dejar de ser quien soy, en mi mente por fin entro el código secreto que adaptarse no es perderse, sino reencontrarse y reinventarse.
Ya aprendí a “ignorar” el estado de ánimo del otro, ya no me afecta que la señora de la caja me refunfuñee sin razón, ni que mi vecina un día no me salude y al otro me de doble beso y abrazo.
Ya no me afecta si una amistad me dice “sabes que se me pasaron las ganas, nos vemos luego” 😧.
Ya no me pierdo, no tengo que mirar el mapa y esto de orientarme por las calles con nombre y no con número ya me lo tomo muy fácil.
Son cosas que ya no me pasan y como ya no me pasan, me la paso mejor. El paso del tiempo a ayudado a que el amor y el odio pasen a ser menos intensos, pasen a aparecer menos veces en el mismo día y así de a poco se va logrando una adaptación. Entender una nueva cultura, amoldarse a vivir en un país extranjero, aprender un idioma, hallar un buen equilibrio entre adaptarse a un nuevo entorno y seguir siendo uno mismo, en resumidas encajar bien en el país de acogida es un reto.
Por eso he aquí 13 hábitos para ser un expatriado feliz:
1. En primer lugar un expatriado feliz reconoce que sentirse triste, llorar y fracasar en algunas ocasiones también es parte de la experiencia.
2. Un expatriado feliz es intensamente curioso, si hay que ser fisgón, indiscreto, entrometido, impertinente, a veces le dicen preguntón. Pero esas ganas de saber que pasa, que hay ahí de bueno, también que puede pasar, como se hace es la que nos empieza a dar las bases para independizarnos en nuestro nuevo país.
3. Un expatriado feliz ve cualquier obstáculo como una experiencia de aprendizaje. Nos caeremos mil veces, tenemos más probabilidades de encontrar barreras más grandes que los nativos, pero nos toca aprender a escalar.
4. Un expatriado feliz acepta a los otros como son, no los juzgan y no intentan cambiar a la gente de acuerdo a su gusto. Son de otra parte y punto. Todos traemos un inmenso y hermoso background, no intentemos volver a los de aquí como los de allá, si quiere alguien que piense como usted vaya y busque a su mamá.
5. Un expatriado feliz no le debe afectar cuánto les molesta las cosas y no le debe importar cuán en desacuerdo la gente lo está.
6. Un expatriado feliz no se lamenta por aquello que ha dejado atrás. No digo que no debe recordar. Si hay que tener presente que se ha dejado atrás pero no se debe ver como una perdida ni como razón de gemido.
7. Un expatriado feliz evita enojos, normalmente para uno, la gente en el exterior se despierta con el pie izquierdo se queda caminando todo el día con el pie izquierdo, nosotros respiremos profundo, y aprendamos a ignorar el estado de animo del otro. Y así se presenten emociones fuertes, se reflexiona antes de actuar de una manera de la que te arrepentirás.
8. Un expatriado feliz esta totalmente convencido de que también puede enseñar mucho a los locales con los que comparte horas de trabajo o tiempo libre.
9. Un expatriado feliz regresa siempre a su tierra, de vacaciones, hablando horas con familiares o preparando una comida típica.
10. Un expatriado feliz deja de lado los prejuicios que pueda albergar sobre cultura.
11. Un expatriado feliz esta dispuesto a conocer su cultura desde fuera. Déjate descubrir lo que el resto del mundo realmente piensa y sienta a la hora de trabajar y convivir con personas de tu país.
12. Un expatriado feliz reconoce que hay compatriotas en el expertos que han cambiado y ahora piensan y actúan diferente. Tolera ese cambio y no es motivo de rechazo.
13. Un expatriado feliz se aplaude a si mismo.
Con amor de una expatriada para otros que lo son o esperan serlo!